FOTOGRAFÍA: Tattersall Feria Lanco

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Uno de los aspectos dinámicos de la economía sureña lo constituye la compraventa de bienes muebles semovientes.

Cada viernes, llegan los camiones a Tattersall Remates, Feria Lanco; con su cargamento de vacunos -principalmente-, provenientes desde Lanco, Panguipulli, Mariquina; Máfil; Los Lagos; Loncoche; etc; a fin de proceder a su remate.

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El proceso comienza con la entrada de los vehículos, dirigiéndose a "cargadero" en donde se debe presentar la Guia de Despacho o la Guía de Libre Tránsito y proceder a su descarga, verificando que la cantidad esté correcta.

Posteriormente los animales ingresan al recinto Feria y deben pasar por un "pediluvio", que es una piscina con desinfectante para las patas. Desde allí, van directo a la "manga" al llamado "boqueo" o clasificación por dentadura, vale decir de acuerdo a la cantidad de dientes que tienen por edades.

Terminado el proceso en la manga, el Inscriptor o el encargado de feria con el dueño del ganado, comienzan a lotear por tipo y por calidad y se distribuyen a los corrales correspondientes. Por ejemplo, corral de terneros, vaquillas gordas, toros, etc. Después de eso, el boleto de inscripción pasa a la oficina donde es ingresado computacionalmente y quedan listos para esperar la hora de remate.

El proceso de ingreso y en la "manga", también cuenta con control veterinario que, actúa de interconección entre la Feria y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). Consiste en la verificación del buen estado de los animales al ingreso: que no haya animales caídos, enfermos, que se otorgue un buen trato en el marcado; pero principalmente, controlar las enfermedades que se está erradicando del país, como la brucelosis. A este fin se realiza un muestreo de sangre a todas las hembras mayores de un año, aquellas que salen positivo, se marcan con un arete amarillo que entrega el SAG con número único a nivel nacional; más un arete rojo que indica su identificación como animal reaccionante de brucelosis, vale decir, está positivo. Además, son marcados con una letra "M" que significa destino exclusivo al matadero; para evitar contagio en otros predios.

Los terneros y terneras no se muestrean porque no son animales susceptibles de brucelosis.

La brucelosis es una enfermedad infectocontagiosa, producida por la bacteria "Brucella abortus" y cuyo síntoma más común, es que provoca aborto en las hembras bovinas en edad reproductiva; con el consecuente daño económico. Los machos también pueden infectarse y la enfermedad se manifiesta con pérdida de la fertilidad.

Respecto de las "Vacas Locas", Encelopatía Espongiforme Bovina; es detectable por la existencia de algún animal con sintomatología clínica: presenta descoordinación, le cuesta pararse, está botado; no es capaz de bajar por sí solo del camión; ese animal no se puede dejar ingresar a la feria.

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Asimismo, finalizada la descarga y por orden del SAG, los camiones deben ser desinfectados.

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En resumen, una vez determinado el buen estado de los animales, clasificados y etiquetados convenientemente, son pasados a los corrales, desde donde serán enviados a exposición frente al público, que hará sus ofertas con movimientos perceptibles casi solamente por el martillero.

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